Los bomberos acuden a un edificio deshabitado. Bajan del camión y con lanzallamas comienzan a prender el edificio. Lo queman todo. Mientras unos queman la casa, otros cogen a personas de la calle y las comienzan a meter dentro: abuelas, gatitos, vajillas… Las personas se aglomeran alrededor de la zona y aplauden por su heroica labor realizada. Después se van, hasta que se vuelva a necesitar de sus servicios. Y ya está.
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