El Señor Cuántico no olvidará nunca como Papá Noel no llegó aquella noche de su octava navidad. Él lloraba porque ese año no le había traído regalos y su madre, en vez de consolarle, andaba de cháchara con la vecina. Un mes después, se descubrirían dos esqueletos vestidos de Papá Noel en la chimenea de su casa. Las pruebas forenses, determinaron que se trataba del mismo individuo que, por desgracia, se había duplicado mientras bajaba por la chimenea quedándose así atascado. El Señor Cuántico (entonces señorito) pudo así disfrutar de sus regalos con un mes de retraso, mientras su madre, sin que él supiera porqué, consolaba a la vecina.
Feliz Navidad.
Feliz Navidad.
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