"Pues mire. Yo vivo en el primer piso y mi vecino en el cuarto. Normalmente no suelo utilizar el ascensor para subir a casa, pero ese día iba cargado de bolsas de ladrillos para levantar un campanario en el salón y llevarlos a mano por la escalera no era una buena idea. Así, me metí en el ascensor con mi vecino que estaba allí esperando y bueno... hasta que no pasaron diez horas no conseguí salir de allí. Al principio me parecía extraño que tardara tanto en llegar al primer piso. Subía y subía pero no llegaba nunca. Luego me di cuenta de que el ascensor estaba apareciendo y desapareciendo entre el bajo y el primero con nosotros dentro y que por eso no llegaba nunca. Aunque realmente, cuando peor lo pasé, fue cuando mi vecino se duplicó si avisar cuatro veces".
1 comentario:
Jajaja Aquí no hay quién viva versión mundo cuántico...
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