Eva y la Píldora

Eva es una joven adolescente de quince años que entra en la farmacia de su barrio. Le pide por favor al dependiente, que le si le puede dar la píldora del día después. El farmaceútico, ultraconservador con trasfusiones de sangre del mismísimo Franco corriendo por sus venas, comienza a tachar a la joven con multitud de adjetivos de diferentes animales y profesiones para finalmente terminar con un "largo de aquí". Ante este griterío, otro farmaceútico que andaba por la trastienda, sale a ver qué es lo que ocurre. Este, al contrario que su compañero, es un rojo leninista de esos que leen el diario Público y todo les parece mal. Ante tamaña insolencia, comienza a discutir con su compañero acaloradamente. Se alzan los brazos correspondientes y entremezclan a viva voz el "Cara el Sol" y "La Internacional" dando como resultado, un remix discotequero que no gusta a nadie pero que todo el mundo baila. Aprovechando la confusión y antes de que lleguen los GEOS, Eva se cuela en la trastienda y coge la cajita correspondiente. Ya en casa, toma la píldora y se la da a su perra. Si tuviera cachorros, su madre la molería a palos.