Dos personas que se van a casar. Están en el altar y el cura ya está terminando el sermón: "...amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que Paco los separe?". Y Paco, se levanta de entre el público, sonríe y saluda. Se encoje de hombros como disculpándose. La gente le vitorea. Es el verdadero protagonista de la boda, aunque nadie le conozca. Paco es un producto del azar. Le ha tocado a él como le podía haber tocado a otra persona. Es como la persona que coge el ramo de la novia cuando lo lanza.
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