Que tengamos la vigilia y el sueño. Al revés. Que toda la etapa de vigilia sea inconsciente. Que se desarrolle a través de impulsos. Que el sueño, sea el único momento donde uno sea consciente de lo que hace. Ver día tras día desde tu cama cómo va cambiando tu vida. Un día, sin saber cómo, aparece una mujer a tu lado. Otro día, siete hijos. Y no puedes hacer nada para evitarlo.
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