Al ser despedido el Señor Cuántico llega pronto a casa. Nada más entrar, encuentra a su mujer acostada con otro hombre. Comienza una discusión donde se sacan a relucir los trapos sucios de la relación. La mujer le echa en cara la falta de atención y su insatisfacción personal. Llorando, el Señor Cuántico corre a encerrarse a la habitación. Allí, en el lecho conyugal, vuelve a encontrar a su mujer con el mismo hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario