Solo en casa, el Señor Cuántico comienza a emborracharse para olvidar su trabajo y a su mujer. Bebe cerveza. Una lata detrás de otra. Al cabo de dos horas siente la necesidad de ir a mear. Al ir al baño, descubre que este está ocupado. Ocupado por él mismo. Su propia persona le impide entrar en el baño y desahogarse.
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