El cambio climático es parte de una trama para vender más pantalones. Las industrias se encargan de contaminar el aire. Esto provoca la lluvia ácida. La llúvia ácida se acumula bajo baldosas sueltas que han sido dejadas así a posta, para cuando se pise sobre ellas, el agua ácida salpique a la gente y queme así sus pantalones (u otras prendas). Quemados estos, no quedará más remedio que ir a comprarse unos nuevos. Todo está calculado al milímetro.
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